¡La palabra AKASHA viene de la palabra sánscrita, y describe un nivel de la consciencia cósmica que actúa como un gran archivo o biblioteca, en el cual se graban o registran todos los eventos, situaciones, pensamientos, emociones y acciones de un ser.
En los registros akáshicos está registrada toda la historia de la humanidad, del planeta, así como la de cada ser humano. Es un compendio de todas las vidas pasadas, presentes y futuras desde el comienzo de la creación. En ella está escrito el propósito y misión de la vida de cada ser, como el programa de nuestro destino futuro, según nuestro karma o aprendizaje.
El karma es un conflicto creado en ésta y/u otra encarnación, pendiente de resolver.
El karma muestra muchas veces los inicios de las dificultades en la vida presente y se manifiestan de mil maneras: la dificultad de tener pareja, la infelicidad, falta de amor, bloqueos en el área social, económica, laboral, familiar, etc.
A lo largo de las encarnaciones todos hemos sido hombre y mujer. Sin tener consciencia de lo que esto significa, se hicieron votos, pactos, acuerdos de pobreza, de castidad, de obediencia, de estar con una determinada persona, organización, religión, etc. Podríamos definir los votos kármicos como decretos de obediencia que hemos hecho, en esta vida o en vidas pasadas. Las razones son básicamente por creencias o porque en ese momento, lo hicimos por tener falta de consciencia de las consecuencias de estos.
Estos votos son muy recurrentes en las órdenes religiosas o iniciáticas a la que hemos pertenecido o que nuestros padres y parejas nos han iniciado, consciente o inconscientemente.
También hemos sido ateos, creyentes, hemos tenido distintas profesiones, hemos actuado con consciencia o sin ella, etc. Todo esto creó una carga energética, y ha generado situaciones y cosas sin resolver en nuestra vida presente. Con lo cual, nuestra alma tiene conexión con cientos de experiencias, de informaciones pendientes de limpiar, sanar, y reprogramar. Esta falta de resolución influye y delinea la vida presente.
Los conflictos como, por ejemplo, miedos, fobias, sensaciones irracionales, adicciones, obsesiones, patrones de conducta repetitivos, hasta enfermedades hereditarias son la consecuencia de estas vivencias pasadas.
Cuando se accesan los Registros Akáshicos se pueden identificar esas ‘memorias’ para poder limpiarlas, sanarlas y reprogramarlas. La maravilla de esto es que al limpiarlo en nosotros también puede ser sanado en nuestra familia.
En la Formación Zolemgeh Estrella poseemos terapias Poderosísimas que limpian, sanan y reprograman los Registros Akáshicos y los ADN. A través de las cuales puedes cambiar tu vida.
MZ Armonya
CHIEC-EMI MH
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