La salud y el bienestar, siempre me acaban transmitiendo la idea de que es algo más que cuidar lo que comemos, quiero sentirme bien físicamente, pero también emocionalmente e incluso algo más, espiritualmente.
Desafortunadamente, la industria de la dietas y de la salud en general solo se enfoca en el cuerpo: nutrición, movimiento, calorías, etc… sin tener en cuenta que somos mucho más que un cuerpo físico, somos emociones, pensamientos y espíritu o esencia. Es importante ampliar esta información, ya que hay un vínculo muy potente en la comida y la espiritualidad.
¿Para qué comemos?, a menudo surge la intención de llenar un tipo de vacío existencial, un buscar una conexión profunda con algo que no sabemos definir, el hambre espiritual.
Tenemos que tener en cuenta que la espiritualidad es una necesidad más dentro de nuestra escala de necesidades que surge dentro del contexto evolutivo del ser humano.
El comer sanamente, ser vegetariano o vegano tiene tantas ventajas que incluyen una sensación de bienestar, claridad en la mente , trae una comprensión moral y ética a nuestra cocina porque evita la crueldad con los animales, pone en un tono positivo a el mundo, mejora nuestro nivel ecológico curando el planeta, tiene el potencial para traer la paz al mundo porque apacigua y calma la mente , ayuda a elevar el espíritu y sobe todo nos brinda un buen estado de salud.
Una dieta vegana, ecológica y viva es la dieta más poderosa para la vida espiritual, capaz de ayudarnos a hacer de cada uno de nosotros un superconductor para lo Divino.
Escrito por MZ Martha M. López
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