¿Eres de los que, ha tenido la fortuna de convivir con animales, los has visto crecer y envejecer? y si no, seguramente, ¿habrás convivido con alguno de tus abuelos o parientes mayores? Ambos, animales humanos y no humanos, experimentan etapas y procesos naturales como: nacer, crecer, envejecer y morir. Y si efectivamente, eres de los que ha convivido con seres en etapa geriátrica, comprenderás que es una etapa donde la paciencia, la comprensión y la empatía son capacidades fundamentales para desarrollar y aplicar.
En este período de la vida muchas cosas cambian: el cuerpo, el metabolismo, los sentidos, las percepciones y el estado de ánimo, entre otros. Por lo general hay menos tolerancia a muchas cosas, hay dolor, sensibilidad y necesidades muy particulares.
Es allí donde “ponerse en los zapatos o en las “patitas” del otros es supremamente importante. Aplicar la empatía hace que generemos bienestar y proporcionemos calidad de vida. Al ser empáticos brindamos nuestra energía amorosa, la cual ellos sienten, agradecen y reflejan. En estos momentos donde cuidarlos, bañarlos, alimentarlos es tan importante, la manera y la energía con que lo haces, también. No se trata sólo de suministrar, aplicar o dar, se trata también de acompañar, de abrazar y conectar.
Y si, ese “Ser Geriátrico” es cercano a ti, no habrá nadie como tú para comprender lo que necesita, nadie como tú para tranquilizarlo, nadie como tú para comprenderlo. Nadie como tú para dar un trato más humano. Cubrir sus necesidades, hasta las más especiales, sus antojos y de nuevo abrazar y tranquilizar. De este poderoso vínculo resultarán, seguramente, nuevas maneras de comunicar, de apoyar y generar un entorno más positivo y agradable para atravesar esta etapa en particular.
Escrito por:
Rosa Amor
Coach Angelical de Vida
Conductora CHIEC Reino Animal
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