Hola a todos, mi nombre es Armonya y soy Maestra Zoly de la Formación Zolemgeh Estrella.
Comenzaré dando las gracias a mi Maestra, mentora y amiga Zolemgeh Estrella por acompañarme y guiarme en mi crecimiento como persona, como madre y como profesional.
Tengo 55 años y a lo largo de mi vida he pasado por muchas etapas, estudiando diversas cosas y trabajando en otras. En el fondo, estaba en la búsqueda personal de quien realmente era. Había leído muchos libros sobre mejoramiento personal y crecimiento espiritual. De todos aprendí, pero siempre faltaba algo. Llegaba un punto en que resurgían miedos, emociones y situaciones repetitivas que no sabía cómo manejar; al contrario, ellas me manejaban a mí.
Llegué donde la Maestra Zol en el punto más difícil de mi existencia; mi vida se había vuelto pedazos en todas las áreas, tanto a nivel personal como profesional. En ese momento me di cuenta de que buscaba que alguien o algo resolviera mis problemas. Sentía que todo lo que estaba pasando era debido a factores externos que influían en mi vida y me consideraba una víctima de esos problemas. Y no hay peor sensación que sentirse víctima, porque las emociones que sostienen el victimismo son tristeza, rabia, resentimiento, frustración, fracaso, lástima, odio a uno mismo, y falta de perdón, tanto a nosotros como a los demás. Y podría seguir enumerando infinidad de sensaciones, todas vivían activamente en mi cuerpo, en mi mente, en mis pensamientos y, peor aún, en mis relaciones. Podría decir que filtraba la vida a través de todo esto.
La Maestra Zol me comenzó a trabajar a través de una maravillosa terapia llamada Terapias con el Creador (TEC), que accede a nuestros Registros Akáshicos y nuestras Moléculas de ADN. Para los que no saben qué son los Registros Akáshicos, la palabra "AKASHA" viene del sánscrito y describe un nivel de la conciencia cósmica que actúa como un gran archivo o biblioteca, en el cual se graban todos los eventos, situaciones, pensamientos, emociones y acciones de un ser.
En los registros akáshicos está registrada toda la historia de la humanidad, del planeta, así como la de cada ser humano. Es un compendio de todas las vidas pasadas, presentes y futuras desde el comienzo de la creación. En ellos está escrito el propósito y la misión de la vida de cada ser, así como el programa de nuestro destino futuro, según nuestro karma o aprendizaje.
Lo primero que me enseñó la Maestra Zol es que todo está en nosotros, es decir, que todo lo que nos pasa es nuestra responsabilidad. Fue mi primera crisis existencial; había pasado 50 años culpando al mundo entero de mis desavenencias. Mi psiquis no podía entender qué había hecho yo para merecer esto. Mi ego se juraba una persona maravillosa, llena de virtudes, que había sido víctima de otros. La Maestra Zol me explicó que a lo largo de muchas vidas, hemos hecho cosas positivas y negativas, algunas conscientes y otras inconscientes. Hubo decisiones que tomé que cambiaron el rumbo de mi destino, así como relaciones que tuve que no fueron positivas para mí. Todo esto generó decisiones mal tomadas y karmas que me alejaron de quien realmente era yo. Y me sumergió en un mundo de desconexión de la Fuente y de mi verdadera esencia.
En ese momento, tomé la decisión de confrontar a mi ego. Allí comenzó mi proceso de darme cuenta de manera consciente de quién era, qué sentía, cómo pensaba, cómo actuaba, qué escondía de mí misma.
Las Terapias TEC limpian, sanan, reprograman y erradican de raíz nuestras creencias, emociones y programas, tanto personales como familiares y colectivos, que manejan nuestra vida sin que nos demos cuenta, y que están guardados en nuestra mente subconsciente, Registros Akáshicos y ADN.
La Maestra Zol me explico: “El subconsciente comprende todo aquello que tenemos escondido en nuestra consciencia y que no podemos reconocer a simple vista. La información almacenada en el subconsciente, a la que no podemos acceder fácilmente, incluye miedos y creencias profundas, deseos reprimidos y experiencias traumáticas.
La mente se divide en dos áreas, con funciones diferentes: la mente consciente y la subconsciente. La primera es la parte objetiva, responsable de la toma de decisiones, planifica y almacena recuerdos a corto plazo, y es fácil de acceder. La segunda, que constituye casi el 90% de nuestra mente, donde se encuentran los recuerdos y memorias a largo plazo, los hábitos, los comportamientos y nuestras creencias, es la que tiene más poder y que no sabemos utilizar. Su velocidad es dos veces más rápida que la mente consciente.
La mente subconsciente está abierta al poder de la programación, es decir, si pensamos en cosas buenas, se harán realidad, y si pensamos en cosas malas, también ocurrirán.
Nuestro subconsciente no debate con nosotros, lo programamos y punto. Por eso, es esencial tener pensamientos constructivos, positivos, armónicos, de salud y paz. Tenemos que hablar y pensar en positivo y, de esa manera, lo programaremos. Todo esto será aceptado por la mente subconsciente, convirtiéndose en realidad.
"El poder de la mente marca el éxito y el camino de nuestra vida, moldeando nuestro destino”.
A través de este entendimiento, fui aceptando que cada persona que había pasado por mi vida era un espejo mío, es decir, me mostraba lo que yo no veía en mí o en mi familia. Para mi ego fue muy fuerte verme en personas egoístas, crueles, mentirosas, manipuladoras, etc. Esas eran las que mi ego víctima juzgaba como egoístas, crueles, mentirosas, etc.
Lo que no había entendido hasta ese momento es que, al ser energía, nuestro nivel vibratorio atrae lo mismo que está dentro de nosotros, para poderlo sanar.
La mente subconsciente busca sanar todo el tiempo en situaciones y dinámicas, lo que me enseñó a entender que todo era perfecto, por más difícil que fuera.
En todo había un aprendizaje y una liberación. Solté la resistencia y entendí que cada experiencia, cada persona, era un regalo y la clave de mi sanación. Al limpiarlas, sentía alivio y veía cómo muchos aspectos cambiaban en mi vida, y no solo en la mía, sino en la de mi hija. Fue mágico ver este proceso; comprendí que todo lo que hacemos afecta positiva o negativamente nuestra vida y la de nuestra familia y entorno. Logre perdonarme y perdonar a todo y a todos, genere compasión por mis procesos y el de las demás personas.
Hoy vivo desde la máxima gratitud a la Maestra ZOL, a Dios y a cada persona que pasó por mi vida, porque me dieron el regalo de encontrarme a mí misma y de liberarme de lo que me hacía daño. Los bendigo y los invito a descubrirse a sí mismos, a tener una vida plena y feliz, en un mundo regido por amor hacia nosotros mismos y hacia los demás, a través de todas las Herramientas de la Formación Zolemgeh Estrella
MZ Armonya
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