El merecimiento es la puerta abierta que nos permite recibir todo lo que deseamos y logramos; para ello, debemos trabajar nuestro comportamiento mejorando como persona para alcanzar lo que deseamos y además, estar dispuestos a recibir esa especie de recompensa.
Deja de hacer comparaciones
Todas las personas tienen diferentes circunstancias, así que, los logros de una persona no se pueden comparar justamente con los logros de otra.
Tu vida te pertenece y no hay una razón para pensar que lo que alguien ha logrado es lo que también has debido de haber logrado.
Compárate contigo mismo en vez de compararte con otras personas. Fíjate en cuánto has avanzado y concéntrate en tus logros en vez de en tus defectos a medida en que reflexiones.
Dile a tu crítico interno que se detenga
Tan pronto como un pensamiento destructivo o desmotivador se introduzca en tu mente, di que tienes que detenerte. Corrige el pensamiento negativo con una acción positiva e insiste con esta.
Los pensamientos destructivos son los que atacan tu valor como ser humano. Este tipo de pensamientos son por ejemplo "Soy muy holgazán", "No tengo talento" y "Soy feo".
Tan pronto como detengas tu crítico interno, direcciona tu energía a una actividad constructiva para evitar que tus pensamientos regresen.
Aprende a motivarte
No podrás dar los pasos necesarios hacia adelante si no puedes motivarte.
Trata de recordarte los beneficios de completar ciertas labores; de ser necesario, escríbelos y publica una notificación en un lugar que verás a diario.
Considera volver a concentrar tu energía en los objetivos que realmente quieres o en las actividades que realmente disfrutas hacer.
Aprecia tus cualidades positivas
Tómate algunos minutos al día para escribir una lista de dos a cuatro cualidades positivas de las que te enorgullezcas. Estas características no tienen que ser grandes.
En realidad, una lista extensa de los aspectos positivos menores puede causar un mayor impacto que una lista corta de aspectos positivos mayores.
Sal de tu zona de confort
Prueba hacer una actividad nueva.
Dirígete hacia una dirección positiva, pero que sea extraña para ti.
Puedes experimentar algunos fracasos, pero es probable que también tengas algunos éxitos. ¡Esa es la vida!
Bríndate un recordatorio a diario
Tómate un momento al día para decirte específicamente "Soy una persona merecedora de muchas cosas".
Acostúmbrate a este sentimiento.
La repetición puede hacerte sentir más cómodo; a medida en que te vuelves más grato con la práctica de decirte que te mereces buenas cosas y también, de creerlo en realidad.
Esto te conectará más con tu felicidad!!!
Tomado de los Círculos de sanación brindados en la Formación Zolemgeh Estrella.
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